Los pasos montañosos son tramos que exigen máxima concentración al volante. La clave para atravesarlos de forma segura y eficiente está en saber en todo momento cómo adaptar nuestra conducción a las condiciones atmosféricas y del tráfico y a las características de la infraestrutura.
En realidad no hay solo hay una forma de subir y bajar un puerto de forma segura y eficiente una sino muchas, en función del tipo de vehículo (peso, tamaño, potencia, caja de cambios…), de la carga, del estado de la vía y de las condiciones atmosféricas… Es decir, cada conductor
debe conocer y adaptarse a ‘su’ particular situación. No obstante, sí hay unas pautas generales para anejarse
en pendientes con seguridad y eficacia.
SUBIR RELAJADAMENTE.
Durante la subida, una conducción relajada permite ‘hacer cima’ prácticamente en una sola marcha, casi sin necesidad de tocar el freno. Por contra, acelerar en exceso aumenta la posibilidad de alcance con vehículos más lentos, exige frenadas fuertes antes de cada curva, el consumo de combustible se dispara y se somete al vehículo a desgaste prematuro (frenos y neumáticos sobre todo).
SIEMPRE POR LA DERECHA
En los tramos en subida es frecuente encontrar la indicación de carriles en alguna de sus variantes, una señal que en ocasiones se malinterpreta. Su denominación es “Carriles reservados para tráfico en función de la velocidad señalizada”. Indica que el o los carriles sobre los que hay una señal de velocidad mínima están reservados para aquellos vehículos que circulan a una velocidad igual o mayor a la indicada. Es decir, que los carriles de la izquierda se utilizarán para adelantar, como mínimo a la velocidad establecida,
sin eximir a ningún vehículo de la obligación de circular por la derecha.
BAJANDO FRENA PROGRESIVAMENTE
Llegados a lo más alto toca bajar, la parte realmente exigente. Cuesta abajo, el vehículo tiende a lanzarse
y, más que acelerar, hay que ‘sujetarlo’ frenándo lo necesario: ni mucho, el vehículo puede salirse en las
curvas, ni poco, los frenos de disco no tienen tanto peligro de sobrecalentamiento como los antiguos de
tambor.
En el momento de frenar, el conductor debe frenar progresivamente y con anticipación para evitar que el eje delantero adquiera mucho más agarre que el trasero”. Además, ‘jugando’ con el cambio, sin tocar el acelerador, también es posible modificar la velocidad, reduciendo a marchas cortas para frenar y volviendo a subirlas para ir más rápido. De esta forma, el consumo es prácticamente nulo. La creencia de que bajando en punto muerto no hay consumo es tan falsa como peligrosa.
CÓMO AFRONTAR LAS CURVAS DURANTE LA BAJADA
Otro de los peligros al bajar un puerto se puede presentar al abordar las curvas. En circulación normal, siempre hay que frenar antes para entrar a la velocidad adecuada. Si la curva es amplia, se puede trazar con un poco de freno, sin cambiar de marcha; pero en curvas cerradas serán necesarias marchas cortas, bajando a segunda llegado el caso. Y cuidado con ‘recortar’ la trazada invadiendo el sentido contrario, es un hábito peligroso, contrario a la normativa, que puede ocasionar una colisión frontal o un brusco volanteo para intentar esquivarla.
Si además aparece nieve o hielo en la calzada, es conveniente frenar suavemente para comprobar la adherencia. Y si al tocar el freno siente que vibra el pedal, significa que el ABS le asiste para mantenerle en la trazada.
Como todos sabemos la normativa indica que es obligatorio llevar las cadenas pero también resulta muy recomendable otros elementos para evitar posibles contratiempos en carretera. Conoce cuales en este post «¿Qué equipamiento básico debería llevar en mi coche en invierno?»